El futbol para muchos es un modo de vida. Para la afición que comparte el gusto por los colores es el caldo de cultivo de la pasión. Cruz Azul sigue en su andar y ha cosechado una racha inesperada en la búsqueda del milagro que puede darse en este Clausura 2017, clasificar. El juego ante Tigres marcó algo muy importante lejos del 0-0 final, eso es constancia por no perder. Si bien es cierto se cortó una racha de 3 juegos al hilo ganando (2 de Copa y 1 de liga), el estilo de Jémez poco a poco se muestra con idea y con menos experimentos.
Cruz Azul por el milagro en la liga
La prensa mexicana ha dado por perdido en muchos casos el torneo para Cruz Azul. Desde la polémica llegada de Paco Jémez a México hasta la mala racha de 9 juegos sin poder ganar. Hasta esta pequeña serie de partidos al hilo que han sido una válvula de escape a la frustración celeste ha sido tema de cada semana. No puedo negarlo, si hay algo que tiene Cruz Azul, se llama presencia, ande por la calle de la amargura o sea líder general. Nada mal para un grande AUNQUE ESO NO SIRVE DE JUSTIFICACIÓN.
Esta vez hay un camino bien definido a pesar de que el descenso atenta el orgullo cementero, clasificar a una liguilla después de 5 torneos de fiascos. Hay quienes piensan que primero se debe sacar adelante el descenso pero pienso, ¡Cruz Azul es un equipo grande, no podemos caer tan bajo!
La única forma de salir del abismo de la porcentual es dejar de pensar en ello. Se necesita empezar a ganar tirándole a la liguilla, que se ve lejos, sí; que la defensa sigue siendo el talón de Aquiles, sí; al cabo ya estamos acostumbrados.
¿Podemos creer en un milagro de Cruz Azul?, ¡claro, por supuesto!, ¿podemos pensar que se le ganará a Veracruz en el Puerto luego de no hacerlo desde el Apertura 2007, ¡claro, por supuesto!, ¿esas creencias pueden hacerse realidad?; lastimosamente, tal vez.
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Aplausos para el Chaco Giménez, nadamás
Hay quien dice que la afición de Cruz Azul solapa mucho, yo no lo dudo; aunque no me considero un “consentidor de nada” hay quienes lo hacen por cualquier cosa. En el juego contra Tigres hay una jugada peculiar donde el Chaco Giménez se mete una carrera casi de 30 metros contra un Gignac confiado. El francés se enfilaba lentamente a la meta de Corona cuando la aceleración del “ídolo” celeste lo desarmó y evitó una jugada clara de gol. Algo digno de aplaudir pero no de alabar.
En los tiempos de mi papá, incluso de mi abuelo dirían:
Era lo menos que podía hacer el Chaco, quizá es el que le mete mas corazón, pero más que defensa se necesitan goles, sin goles no hay victorias y sin victorias reconocimientos y campeonatos.
No soy detractor de Giménez pero tampoco voy a buscar agua en el desierto. Si bien el argentino salvó al equipo, hay que preguntarse ¿dónde estaba la defensa?
Una cosa es segura, el Chaco Giménez sabe que el sistema de Jémez es el camino para lograr algo mas fracasos:
Jugando de esta manera vamos a ganar partidos. Es una identidad, una forma de jugar y el sistema que estamos tratando de llevar acabo es riesgoso, pero lo intentamos y tratamos de hacerlo de la mejor manera.
¿Le damos la razón?
¿Qué se necesita para calificar?
Estamos con una jornada pendiente, por suerte o desgracia se atravesó la fecha FIFA (a pocos les gusta esta noticia) pero quizá Paco Jémez deberá ajustar los pequeños detalles del equipo, SER CONTUNDENTE. Ojo, Cauteruccio se lesionó del tobillo y el tiempo que habrá de sobra lo hará recuperarse (aunque sin goles en liga da igual).
El calendario dijeran por allí “está a modo” (cosa que no comparto) para Cruz Azul, ¿por qué?, Veracruz es rival directo por el descenso aunque tiene problemas extra cancha, pero no se le gana en su casa desde hace 10 años. Por otro lado, Monarcas es un equipo que viene de menos a más, 4 juegos sin perder, rival directo de semifinales de Copa MX, estado anímico a la alza.
Toluca es intermitente pero se jugará de visitante y en su centenario, mientras que ante Puebla será también una lucha encarnizada por no descender (para ambos). Aunque, los poblanos estarán mucho más necesitados. En todos los casos se necesita ganar o ganar para subir a 22 unidades y colarse entre los primeros 6 sitios, ¿imposible?, tal vez. Perder puntos sellaría el sexto torneo consecutivo sin liguilla y un fiasco importante para el proyecto Jémez.
Expectativas de un Cruz Azul herido de muerte
El empate conta Tigres significó una sola cosa, reducir probabilidades de calificar pero no todo está perdido. La Copa MX (a la que se accedió a la fase final de panzazo) sigue viva. Monarcas el penúltimo escollo de tener una esperanza de ganar algo este semestre, que en lo personal es como tomarse un vaso de agua sin hielo, te quita la sed pero no te refresca.
Ganar la Copa MX será un buen logro, significaría que ciertas cosas se hacen bien, recuerden que un basurero no se limpia fácilmente. Jugadores como Martín Rodríguez, Rafael Baca y Benítez deben pesar más y ser contundentes. Se necesita una banca importante si se desea ser campeón en ese torneo pero sobre todo tener puntería.
Cruz Azul es una olla de incertidumbre, ni es de aquí ni de allá, ilusiona malamente a la afición, y la afición malamente se ilusiona. Si esto sigue así, ya no celebraremos victorias ni campeonatos. Seremos felices con jugadas de salvación defensiva o ¿por qué no? salvación de descensos o tal vez algún empate; si eso sucede, la decadencia celeste se hará presente.
Recordemos, Chaco Giménez no es para siempre y la afición de Cruz Azul MERECE MAS ABUNDANCIA.
¿Más polémica?, ¡sígueme!
Por Guillermo Antonio
