Wah gwaan! Weh yuh ah seh? Seguramente no tendrás idea de qué idioma es… estamos hablando del patois, un idioma que es sinónimo de la población de una isla en el Caribe llamada Jamaica, uno de los países cuna del atletismo de alta velocidad. Tras haber visto el previo de la Copa Africana de Naciones, ahora vamos a la vida de Bob Marley, ícono del reggae.
Recomendación musical
Es difícil recomendar una canción de una persona como Bob Marley. Después de todo, es famoso en todo el mundo gracias a la mezcla del reggae, el ska y el rocksteady. Te traigo una de mis favoritas, Redemption Song.
Vamos al tema de hoy
Bob Marley: El salto a la fama de Jamaica
Jamaica era una isla en el continente americano que sólo era importante para el Imperio Británico por la producción masiva de azúcar y la calidad de sus rones. Es apenas la tercera isla más grande de todo el Caribe pero parecía que no saldría nada más que esos productos en una sociedad formada por esclavos africanos traídos a explotar la isla.
La persona que pondría a Jamaica en el mapa mundial no vino de la capital, Kingston, en el sur, sino de un pequeño poblado del norte: Nine Mile. Ahí un jamaiquino de origen inglés llamado Norval Marley y Cedella Booker tuvieron un hijo que le pusieron Bob. Norval era de tez blanca y siempre tuvo prejuicios racistas. Al ser un mulato, Bob tuvo que soportar varias burlas por su condición de mulato.
Norval murió en 1954 y Cedella no tardó en encontrar consuelo en el papá de uno de los mejores amigos del niño Bob, Bunny Wailer. Ya juntos, mamá, hijo, hermanastro y padrastro, se mudaron a Kingston. Mientras Bob trabajaba en una empresa de fundición, empezaba a interesarse en la música, más específicamente en grupos como Fats Domino y en cantantes de la talla de Curtis Mayfield y principalmente Ray Charles. Bob y Bunny se inscribieron a clases de música impartidas por Joe Higgs, un cantante de medio pelo allá en esa isla. Ahí conocieron a un compañero talentoso llamado Peter Tosh.
1962 fue un año de muchos cambios para Jamaica, ya que se independizó del imperio británico. Ese mismo año hubo una audición y Bob y Bunny impresionaron a un productor, tanto que se ofreció a grabarles algunas canciones. Llamaron a Peter y acordaron hacer un grupo: así nacieron los Wailing Wailers. Seguían conquistando productores como Clement Dodd, quien se ofreció a darles publicidad. Y a finales de 1963, las listas de popularidad de Jamaica fueron asaltadas por su primer sencillo, Simmer Down. A esto le siguieron más de veinte éxitos que hicieron que los Wailing Wailers fueran conocidos por todo Jamaica.
En 1966, Bob Marley se casó con Rita Anderson, que le daría seis hijos (dos de ellos adoptados); para el público, Rita era su hermana, a petición de su productor. Y en 1967, los Wailing Wailers dejaban el cristianismo para ser miembros de la religión Rastafari. Ese mismo año, se disolverían, pero nacerían de nuevo, ahora como los Wailers. Poco faltaba para la fama mundial.
En 1971 apareció en su vida su primera disquera, Island Records, y ahí grabaron su quinto álbum, Catch a Fire. Ese álbum fue tan bueno que trascendió más allá del Mar Caribe y ahora en Alemania y Reino Unido solicitaban la presencia de este grupo tan bueno. Llegaban las giras y la fama internacional. Por esta razón, los Wailers ya no estaban tanto tiempo en su natal Jamaica, pero no se desentendían de su tierra, más aún cuando la isla vivía una temporada de violencia racial que escalaba cada vez más.
Bob Marley tenía un compromiso con su natal Jamaica y con frecuencia organizaba conciertos para acabar con esas diferencias sociales. Bajo ese contexto, en 1974 salió el sencillo con el que se devoraron al mundo: No Woman No Cry. Mesa puesta para la etiqueta de leyenda.
El futbol en la vida de Bob Marley
Bob Marley fue el portavoz del movimiento Rastafari y ponderaba en demasía al emperador de Etiopía, Haile Selassie I. Eso causaba que tuviese una simpatía por el movimiento panafricanista, que unía a todos los incipientes países de dicho continente. También abogó por el uso de la marihuana, en un tiempo donde la planta era bastante mal vista.
Sin embargo, su más grande pasión fue el futbol. Para desestresarse antes de cada concierto, todos los miembros de la banda jugaban donde fuera: estacionamientos, parques, hasta estudios de grabación. Su equipo favorito era el Boys’ Town FC, un equipo que no forma parte de la élite de la liga local, como el Harbour View, el Tivoli Gardens o el Arnett Gardens. También tenía otro amor, que venía de Brasil: el Santos, encabezado por Pelé, su más grande ídolo.
Uno de sus grandes sueños se cumplió en la década de 1970, cuando pudo jugar en el Estadio Nacional de Kingston. Ahora hay una estatua en su honor. En los campos, Bob jugaba como mediocampista, con bastantes vocaciones ofensivas, pero no se frenaba a la hora de competir por el balón. Sus barridas eran temidas y su cañón era bastante imponente.
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Era tan bueno que se decía que tenía un nivel similar a Allan “Skill” Cole, considerado en su momento el mejor jugador de Jamaica. Cole jugó en Estados Unidos y también llegó a jugar en la liga brasileña, con el Náutico. Obviamente encabezó a la naciente selección de su país. El problema es que en esos años, el Caribe era dominado por Haití, Antillas Neerlandesas y Surinam, y Jamaica no era el trabuco que conoceríamos después.
El futbol ocupó la vida de Marley a tal punto que le dijo a un periodista: “Si quieres conocerme, tendrás que jugar futbol contra los Wailers”. Y el futbol afectó a la música. En 1976, Skill Cole venía de un retiro de tres años en Etiopía. A su regreso, Marley le ofreció ser el mánager del tour que emprenderían en Europa. Aceptó. Entre conciertos y conciertos, salió la canción “War”, polémica por el mensaje de paz. Cole apareció en los créditos como coautor de la canción, que se inspiró en un discurso del emperador Haile Selassie ante la ONU en 1963.
Futbol: su muerte
La muerte de Bob Marley tiene un aura de misticismo. Según la versión oficial “terrenal”, todo se desencadenó por un balazo. Me explico: Michael Manley era el Primer Ministro de Jamaica. Le ofreció dar un concierto el 5 de diciembre de 1976, en plenas elecciones generales. Aceptó, lo que significaba apoyar tácitamente la reelección de Manley. En ese momento, Jamaica estaba bastante polarizada, y dos días después entraron a su casa y le dispararon a él y a su esposa. Ella fue herida en la cabeza y a él le dieron en el pecho y el brazo.
La versión celestial involucra el futbol. Era 1977 y estaba en París. Se armó el partido entre la banda y los periodistas parisinos que cubrían los pormenores de la gira del jamaiquino. Ese preciso día no llevaba buenos zapatos para jugar de futbol. Grave error. Uno de los periodistas quiso quitarle el balón, pero en el calor le dio un pisotón sin intención de lastimarlo. Fue tan violento que sacó a Marley del partido y le levantó la uña del dedo gordo del pie derecho. Marley se fue de vuelta al hotel y el doctor que estaba ahí solamente le cortó la uña y fue todo.
Ese dedo empezó a tomar un color entre negro y azul, que ya preocupaba a Marley. Fueron al doctor. Ahí, los doctores le detectaron un melanoma, un tumor en la piel bastante maligno. El melanoma tiene mucha incidencia en Europa y América del Norte, sobre todo en la gente con tez blanca. Ahí, los genes del padre de Marley le jugaron una mala pasada. Los doctores le recomendaron amputar ese dedo gordo. Marley se negó porque eso significaría parar por un momento su carrera musical y porque su religión rastafari lo prohibía. No se sabe si fue ahí o después de los balazos cuando le detectaron ese tumor.
Marley siguió presentándose en varias ciudades, aunque el dolor constantemente no lo dejaba en paz. Llegó a presentarse en sandalias y sentado. Como después se descubriría, el melanoma es un tumor altamente invasivo y puede generar metástasis; es decir, ese cáncer puede llegar a otros órganos aparentemente más distantes. La única manera es retirar el tumor antes de que alcance un grosor mayor al milímetro. La necedad por no amputarse ese dedo lastimado le terminó resultando fatal.
El 23 de septiembre de 1980 dio el último concierto de su vida, en Pittsburgh. Dos días antes, había corrido por Central Park, en Nueva York, y se desvaneció entre convulsiones. Ahí supo la mala noticia: el cáncer había llegado a su cerebro. Se canceló el concierto y durante ocho meses se quedó en una clínica al sur de Alemania para curar el cáncer. De poco sirvió.
Bob Marley intentó regresar a casa para buscar tranquilidad y abordó un vuelo desde Alemania. Tenía que hacer escala en Miami. No llegó a pisar Kingston, ya que en Miami su condición de salud empeoró. El 11 de mayo de 1981, Bob Marley falleció en el hospital Cedars of Lebanon. Su muerte causó mucha consternación.
En Kingston se le hizo un funeral con los honores de un hombre de estado. Fue enterrado con su fiel guitarra, una planta de marihuana… y un balón de fútbol. Con sólo 36 años, Marley renació, ahora como una leyenda de la música. Y la selección de Jamaica es conocida como los Reggae Boys.
Para esta semana iremos más al norte, a la isla más grande del Caribe, Cuba. Cuba fue la primera selección caribeña en calificar a un mundial, y fue en 1938, en Francia. Te contaré su aventura por tierra gala, donde sorprenderían al mundo.
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Bob Marley es el sinónimo del reggae y junto con la banda the Wailers, puso a Jamaica en el mapa mundial. Marley también era un apasionado empedernido al fútbol. Siempre jugaba con los miembros de la banda y nombró a Allan Cole, uno de los mejores futbolistas en la historia de Jamaica, como su mánager en una gira de 1976. Se cree que su muerte empezó debió a un pisotón jugando fútbol en París, ya que no se amputó el dedo gordo del pie derecho, que desarrolló un cáncer que lo mató.
Nos vemos la siguiente. Inna di morrows.
